Las piedras forman parte de la tierra de Cariñena y, por eso, modelan el carácter del vino; obligan a las viñas a sobrevivir en condiciones casi extremas. Y, gracias a su influencia, las uvas nacen concentradas, intensas e increíblemente aromáticas.
Para dar la imagen a Castillo Ducay, en una de nuestras sesiones fotográficas cogimos piedras de las parcelas donde crece la uva para este vino e hicimos que cada una de ellas le aportara la personalidad a cada variedad. Le dimos pigmento natural a cada piedra para que contribuyera a la diferenciación.